lunes, 26 de noviembre de 2007

EXITO A CUALQUIER PRECIO by KAFCAR

"Glengarry Glen Ross: Éxito a cualquier precio"




Año: 1992
Género: Drama
País: Estados Unidos
Formato: Color
Duración: 100 minutos
Título Original: Glengarry Glen Ross
Dirección: James Foley
Producción: Jerry Tokofsky / Stanley R. Zupnik
Guión: David Mamet
Fotografía: Juan Ruiz Anchía
Música: James Newton Howard

Intérpretes:
Jack Lemmon (Shelley Levine)
Al Pacino (Richard 'Ricky' Roma)
Ed Harris (Dave Moss)
Alan Arkin (George Aaronow)
Jonathan Pryce (James Lingk)
Kevin Spacey (John Williamson)
Alec Baldwin (Blake)


Les presento Glengarry Glen Ross, una película que vi siendo muy joven (ruego no hagan cuentas), a la que la publicidad y la fama no le hicieron suficiente justicia. Ignoro los motivos, pues el reparto es inmejorable- (nótese que he escogido cuidadosamente esta palabra), la dirección, impecable, y el guion, firmado por el ex-gurú del gafapastismo David Mamet, y basado en una obra de teatro de cosecha propia, está construido a partir de diálogos brillantes y escenas memorables.


Mi única hipótesis es que, al tratarse de una historia pequeña, ni el estudio, ni la distribución apostaron por ella, y el boca-oreja no funcionó por ser una película que al finalizar dejaba más preguntas que respuestas y, en cierto modo, obligaba al espectador a completar la experiencia, fuera de la sala, mediante debate o su propia reflexión.


Pero vayamos a lo que si funcionó:


Se trata de un retrato del mundo de las ventas que no oculta sus orígenes teatrales: poco más de cinco escenarios, ocho personajes y un único tema a partir del cual se van construyendo los personajes, dejando la trama en algo accesorio o meramente funcional: el éxito; y por contraposición, el fracaso.


El fracaso impregna en todo momento el ambiente de la película, magníficamente recreado por la fotografía de Juan Ruiz Anchía y unos escenarios siempre cerrados, oscuros, gastados, en que todo elemento huele a fracaso y describe un trasfondo intimista, melancólico y crepuscular, habitado por perdedores.

Desde la primera escena (significativas llamadas telefónicas simultaneas de Lemmon y Harris), y a cuentagotas, se nos van mostrando los perfiles de cada uno de los personajes entre los que se cuentan un Lemmon, vendedor de la vieja escuela que languidece, Harris, outsider siempre en negativo, atribuyendo a los demás sus propias carencias (no nos dan buenas fichas ni apoyo; así es imposible vender!), Arkin, gregario y pusilánime, Spacey, el mediocre director de la oficina, burócrata sin autoridad, y Pacino, supuesto triunfador al que, en el fondo, lo único que le diferencia de los demás es su cifra de ventas.


Enseguida se va desarrollando una sutilísima reflexión sobre el reparto de poder que otorga el éxito, que curiosamente tiene su punto álgido al principio de la acción, en los, quizás, cinco minutos más memorables del metraje. Se da con la aparición del pez gordo interpretado por Baldwin, estelar en la mejor interpretación de su carrera. Cinco minutos de intenso monologo, salpicado con interacciones con Lemmon, Harris y Arkin, que, con un discurso intimidatorio y maniqueísta (pero no por ello menos valido), establece las diferencias entre éxito y fracaso, entre el palo y la zanahoria, entre vender y ser prescindible. Quedan de ese discurso no menos de una docena de frases para el recuerdo (recomiendo seguirla con un lápiz y un bloc), entre las que destaco la que mejor resume el speech de Baldwin: “Y usted deje ese café donde estaba. El café es solo para los que venden.” No deben perderse, tampoco, el detalle del coche que aparece aparcado en la calle la primera vez que Lemmon se dispone a entrar en las oficinas.


Finalizada la escena de Baldwin, vemos como lo que él ha puesto de relevancia de modo altisonante, es el día a día en las relaciones entre los vendedores y entre ellos y su jefe. Si vendes eres dios; Si no vendes, nadie. Lo que es explicito en el discurso de Blake, y que todos cuestionan (cuando Blake se ha ido), subyace implícito en su comportamiento cotidiano: Roma, el líder en la pizarra, actúa como si tuviera patente de corso, incluso con el policía. Levine, pasa del conformismo inicial a mendigar a Williamson, para, después de conseguir una buena cifra, mostrarse desafiante y displicente con él, y en la escena final, suplicante, y, ya sin ventas, derrotado y carente de toda fuerza. Williamson, que no vende, es tratado por todos como un mal innecesario, como un obstáculo en su desempeño, un títere en el que descargar su frustración, un cero a la izquierda a quien pisar. En un mundo donde las ventas dan poder, ni la jerarquía ni la capacidad de impartir normativas dan a ese personaje el menor crédito a ojos de los demás. Su incapacidad hace el resto, situándole como el ultimo en el escalafón. Destacar la bien llevada (por un magnifico Spacey) hijoputez de éste personaje, que aprovecha cualquier situación que le confiera un poder exógeno para devolver a los demás, en momentos de debilidad, las humillaciones que recibe (fíjense como se pone detrás de Blake durante el discurso o cómo le explica a Levine porqué no va a sacarle las castañas del fuego al final de la película). Siempre el fuerte maltrata al débil.


Para terminar, algunas de las escenas cumbres de la cinta:


-La última mirada de Levine a Roma. Su conversación anterior, sobre la raza en extinción que son los vendedores, hace que cuando se ve reencarnado en Roma, que ésta al teléfono, vendiendo, se dé cuenta de que está acabado; entonces, desiste y entra al despacho. Esa mirada es una vida que se extingue. Genial Lemmon.


-Aaronow a Roma: “¿Han cogido ya al tío que ha robado en la oficina?” Roma: “ –No… No lo sé”: ¿Realmente Roma no lo sabe? ¿No es la última llamada un intento de evitar trabar conversación con el fracasado Levine, de manera similar a como Levine y él intentaban evitar que Pryce anulara la venta? ¿Lo sabe Levine, teniendo su última mirada otro significado?


- Jonathan Pryce excusándose a Roma: Nuevamente, la relación de poder que otorga el éxito: Roma, aparente triunfador, es descubierto engañando al personaje looser de Pryce. Este, totalmente carente de poder, pues está supeditado a las decisiones de su mujer, lejos de cabrearse, pide disculpas a Roma por no haberse dejado estafar. “por favor, no me sigas” es su ultima y significativa frase.


-Moss y Aaronow planeando el robo: Chispeante dialogo. ¿Tarantiniano? No sería el único. Observar ciertas similitudes con Reservoir dogs, lanzada el mismo año, durante toda la película.


Y para los melómanos: efectiva banda sonora con buen jazz. ¿Stan Getz en los créditos iniciales? Por favor, confirmar.

22 comentarios:

Jordi dijo...

Buena película, en especial por los actores. Yo la vi en cine y, aunque en general me gustó, encontré el tono de la historia un poco insulso. Pero es normal, puesto que adaptaba una obra de teatro. Justo la misma dolencia que afectaba a The Big Kahuna, otra adaptación teatral con Spacey sobre el mundo de los ejecutivos. Aunque, para hacer contrapeso, diré que su interpretación del ejecutivo de Swimming with sharks lo redime de ambos tropiezos. Magistral película a reivindicar.

De Glengarry me quedo con Pacino, con la arenga de Alec Baldwin al principio de la película, y con el siempre formidable Jack Lemmon.

PENELOPE dijo...

Hace muuuucho tiempo que la vi...y sólo la he visto una vez ( tendré que cambiar eso) porque me pareció una gran película...una historia triste,que transmitía desesperanza.

Y aunque sólo sea por los actores, ya merece la pena verla...no sé con quién quedarme... en principio diría Harris y Spacey (dos de mis actores actuales preferidos) pero es que Lemmon, Pacino...y Arkin (un actorazo) son palabras mayores.

Un gran análisis, Rummi...muy bueno , pero eso ya lo sabes ;)

alex dijo...

No la he vist.

Apuntada queda

JoanCG dijo...

No l'he vist, però venint la recomanació d'en Rummi, ja está baixant. M'acuso de no haver vist una d'en Jack Lemon, un dels actors més infravalorats de la història.

Bello castellano. Me entusiasma que todavía haya quien no confunda el boca-oreja con el boca-boca.

Rummi, siempre en la cresta rosa.

Zzz dijo...

sabia que no era coneguda, pero esperava que la majoria l'hauria vist.

alex, joan: molt recomanable. el que apunta el j i jo corroboro en la meva hipotesi es veritat, la primera vegada que la veus et quedes amb aquela sensacio d'haver dinat i no haver quedat del tot ple.

jo l'he fruida mes revisionant-la un parell de cops per fer la ressenya que el primer cop que la vaig veure, on efectivament, em vaig quedar amb el discurs del baldwin i l'impecable actuació del pacino.

Ara, en canvi, veig molt mes rica en matisos la del lemmon.

Anónimo dijo...

Ya que insistes,

no la he visto, está bajando, però. Aunque soy sensible a los diferentes elementos que intervienen en una película, a mí, de entrada me gustan las historias bien contadas, los finales abiertos suelen producirme flebitis, aunque sabiéndolo de antemano seguro que menos, ya te contaré. Gran post!
 
 

Subcomandante Antonio dijo...

No l'he vista, com cap de les que comenteu.

¿Ara escrius en castellà?

Venut.

Raimon dijo...

Es veu d'una hora lluny que has copiat literalment la crònica d'alguna revisteta de cinema per a gafaplastes giliprogres.

I t'has assegurat que la peli fos de l'era pre-internet, per tal que no trobéssim a la xarxa el text original (quicir exacte) de la revista en qüestió, que només tu i quatre chalats gaurdeu a casa.

No he vist la peli, però m'has donat una idea de la peli que comentaré quan em toqui.

Zzz dijo...

raimon trobo repugnant que aprofitis aquest espai de cultura i reflexio que ens brinda el nan per fer gala del reu revanxisme. les urnes ja et passaran factura.

sub: si tothom ha postejat en castella i cada cop tenim mes public de fora de les nostres contrades, per deferencia a ells i al administrador postejo en l'idioma que em surt dels collons. espero haver-ho aclarit.

Raimon dijo...

Estàs palacetitzant el videoblog, Rummi.

Lula dijo...

Ffff
No la he visto
El 92 no fue un año en que pasara mucho por el cine...
No he leido el post, muy largo, si acaso ya el sábado por la mañana comento y tal.

General Fórceps dijo...

Yo no la había oido en mi vida. Está claro que este blog es para intelectuales.

Zzz dijo...

osti quin exit...

els que encara no l'heu vist, no us la perdeu!!!

nan: en desagravi, em comprometo a fer indiana jones o titanic o algo aixi...

Lula dijo...

serà kapullu!

jo estava pensant en fer-ne una altra, però la meva a part que no l'havia vist ningú, els que la van veure no els va agradar

pots millorar això??

Lula dijo...

Beno, ja lo he leído, medio disco de Rufus Wainright (o como sea) me ha durado...

Pues suena bien
Igual la pillo y todo.... aunque me he liado un poco con lo de mezclar nombres de personajes y actores.
Mamet nunca ha sido uno de los míos pero todo el mundo merece otra oportunidad.

Y sí, un gran texto.

Ah, y que creo que lo de revisar la peli para la reseña es como hacer trampa, vale buscar créditos y esas cosas, pero el resto.. yo lo hice todo de memoria...

JoanCG dijo...

Acabo de veure-la.
Bona peli i bona reflexió sobre l'èxit i el fracàs, una mica a la americana. Molt bon mal rotllo, si senyor. I com dius, Rummi, gran cuadre d'actors.
El saxo es Wayne Shorter, que tampoc está gens malament.

JoanCG dijo...

¿Y ahora qué, Elnan?

Emili dijo...

Gélou pípol. Gélou Nan.

Amadeus. Aunque no os lo creáis no la he visto. Eso si, a sus pies en cuanto a su OST.

Glengarry. Fantástico el trabajo del enemigo-Bond Jonathan Pryce.

Y comonopodiaserdeotromodo...de un magistral Kevin Spacey.

Nan, per si fas segona volta al torneig de videoblog em reservo "el derecho de admisión".

Bien... mejor de solicitud.... y elijo por anticipado una película que como todos sabréis es para disfrutar en familia en estas entrañables fiestas de Navidad.

Hannibal.

"Si no se sabe comportar le enviaré a la habitación con los menores..."

(jijiji)

Anónimo dijo...

Curioso fenómeno, resulta que la había empezado a ver hace muchos años, seguramente poco después del estreno y la dejé a medias porque me deprimía. Quizás ahí está uno de los motivos de su poco éxito, el actor por aquellos tiempos con el que es más fácil identificarte era Jack Lemmon y es tan deprimente su personaje que da grima verlo. También he/ha madurado el espectador y ver una película no es sólo vivir una historia en la piel del personaje con el que simpatizas. En cambio esta vez he gozado como un cabrón de cada escena. Gracias sinceramente por recomendarla. Dos pequeños apuntes más por no extenderme demasiado:

1. El único pero: algunos diálogos un poco al estilo Allen que hablan muy deprisa sin demasiado sentido para crear tensión pero de manera artificial (tal vez la traducción?)

2. Curiosa la música casi imperceptible, igual que en Soy leyenda, por un compositor famoso por hacer bandas sonoras más bien grandiolocuentes.

Un vez más, gracias.
 

Anónimo dijo...

LA LEXE!!!! la tinc a mitges desitjant continuar...
;)

Anónimo dijo...

es una MIERDA de pelicula.

Peliculas-Gratis, tu sitio para ver online! dijo...

Gracias, la estoy buscando como loco, espero encontrarla pronto porque me muero por verla, saludos :D