domingo, 23 de marzo de 2008

THE HIDDEN by Doctor Jota



the Hidden (Oculto), o todo el esplendor de la serie B

Siempre he sostenido que el auténtico arte cinematográfico, el artesano, el que simplemente se mueve por la pasión y que busca atrapar al público mediante elevadas dosis de entretenimiento puro y duro, se encuentra en los films de serie B. Películas de presupuesto limitado, con actores de segunda fila, un equipo técnico mal pagado pero que, a pesar de todo, destilan un cierto tipo de arte en cada fotograma porque se nota que todos los que intervienen, del primero al último, se lo están pasando en grande. John Carpenter es un maestro en hacer películas de serie B de altas prestaciones (donde la relación calidad/precio alcanza sus cotas máximas), y quizás uno de las películas que más me han hecho comerme el coco sea precisamente su En la boca del miedo, pero como la última vez que pasé por aquí ya hablé de Halloween, su insuperable y sanguinario do de pecho, me remitiré a otra de esas pequeñas perlas que seguro que a muchos les pasó desapercibida en su tiempo pero que ahora es relativamente fácil de recuperar gracias a las modernas tecnologías internáuticas.

Señores, bienvenidos al Los Angeles de The Hidden, un mundo en el que todo es posible y en el que un vulgar delincuente común puede convertirse en el quebradero de cabeza más importante que se ha tirado por la cara el departamento de policía local en lustros. Se abre el telón y tenemos frente a nosotros una de las persecuciones automovilísticas más bestias que hemos presenciado en un cine: un tío atraca un banco a cara descubierta, coge el botín y se larga en un Ferrari rojo recién sisado, volando por las calles de la urbe californiana. Tom Beck (Michael Nouri) es el 'pasma' encargado de echarle el guante. Para ello monta una barrera de coches de policía y aguarda a que llegue el bólido con todo un montón de agentes con el arma desenfundada parapetados tras sus automóviles. Se oye el rugir del motor en la distancia, se palpa la tensión en el ambiente, aparece el Ferrari con el atracador dentro y, haciendo caso omiso de los avisos que le conminan a detener el coche, se estampa contra el dispositivo montado y el coche termina echo una bola de fuego unos metros más allá. Contra todo pronóstico, el delincuente sale del mismo por su propio pie, lanza una mirada de desdén a los hombres de Beck y sigue avanzando. Los policías disparan, él ni se inmuta. Sigue caminando. Otra lluvia de balas. Él sigue a su ritmo, pero al final cae. Lo trasladan a un hospital donde expira en su habitación. Caso cerrado... o no, porque a su compañero de habitación, un cirrósico en estado terminal, le da por levantarse de la cama como si nada, dejar la clínica e irse a... robar otro Ferrari

Eso le pasa a Beck por no hacer caso de los consejos del agente del FBI Lloyd Gallagher (Kyle McLachlan, a punto de sumergirse en el sórdido mundo de Twin Peaks), que ya le avisó en el hospital que este asunto era mucho más complicado de lo que parecía a primera vista. Como en Fallen, la cosa deriva en la persecución de un criminal que puede ir cambiando de cuerpo a voluntad. Pero así como en el film de Hoblit la cosa iba de versos satánicos, en Oculto quien lleva la batuta maléfica es un extraterrestre con bastante mala uva y un cierto toque de humor negro. Los saltos corporales se completan usando un método que deja a los del Alien de Ridley Scott a la altura de un vulgar juego de niños alienígena, y el humor vitriólico que impregna todo el metraje se debe en gran medida a que el extraterrestre de marras se encuentra en nuestro planeta de vacaciones y con unas ganas enormes de pegarse una farra descomunal por estos parajes (¿y qué mejor manera que ir descuartizando a inocentes ciudadanos, atracar bancos y robar un Ferrari tras otro?). Nuestro amigo el policía al principio no cree en todas estas patrañas, pero el hecho de que su compañero del FBI sea un poco 'rarito' -dicho de otro modo, que no parece de este mundo, y ustedes ya me entienden- le ayuda a comprender mejor la complejidad del caso en el que anda metido, y que concluye con un intento de magnicidio interplanetario.

Film altamente recomendable, marcó un punto de inflexión a peor en la carrera cinematográfica de los dos protagonistas, pues a partir de aquí ya no hicieron nada decente en celuloide (no así en la pantalla catódica). Tampoco es algo achacable a esta película, de todos modos, que se deja ver con el encanto del añejo cine artesanal de finales de los ochenta, y que adquiere una dimensión muy meritoria si tenemos en cuenta que se rodó con cuatro duros y un sobrante de imaginación. De verdad, si pueden no se la pierdan.

Más información en la Wikipedia (inglés).

4 comentarios:

PENELOPE dijo...

No la he visto...aishhh eso de que un extraterrestre se convierta en atracador de bancos...bufff

Un punto a favor: persecucionesen Ferraris!

Un puntazo en contra: Kyle McLachlan...que asco le he cogido a este actor desde que lo vi en Showgirls( claro que quién me mandaría a mi ver tremendo engendro) y me es igual que fuera el protagonista de mi serie preferida de todos los tiempos: Twin Peaks.

Señó.Cherinola dijo...

si, aquet actó està sudumisat i a més està uperisat i desnaturalisat que li han chuclao too el liquido elememto. por sierto de hàntes de haser esta aspatarran panicula,oju

vién. i falta no lin feie, are que per cap de les tres lletres ya hi podien vé escollit un altra pallo am més dots d´imtelpléte que no sé com coi se diu la paraula aquesra

té la pinta aichí com de vanpiro a lo noi de fuentelavilla sifanofa.

apa,

General Fórceps dijo...

Mira: por lo que dices diría que la vi hace mucho tiempo y me gustó bastante.

Así film tontorrón pero agradable. Pero hablo de memoria, apenas recuerdo nada.

JoanCG dijo...

Ya está bajando.
Muy de acuerdo con esta reflexión tuya sobre el cine "artesano".
Buen momento ahora para hablar sobre eso trás la muerte reciente de Azcona. Aquí también hemos tenido de eso.